Versa y Controversia

Ensayando a Quijote en una sociedad orwelliana

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Sobre las luchas: las pistas de Unamuno y un microrrelato

La vida es lucha, y la solidaridad para la vida es lucha y se hace en la lucha. No me cansaré de repetir que lo que más nos une a los hombres unos con otros son nuestras discordias. Y lo que más le une a cada uno consigo mismo, lo que hace la íntima de nuestra vida, son nuestras discordias íntimas, las contradicciones interiores de nuestras discordias. Sólo se pone uno en paz consigo mismo, como Don Quijote, para morir.

La agonía es, pues, lucha. Y el Cristo vino a traernos agonía, lucha y no paz. Nos lo dijo él mismo: «No penséis que vine a meter paz en la tierra; no vine a meter paz, sino espada […]» Mat., X, 34-37

[…] Se nos habla de paz en el Evangelio. Pero es que esa paz se da en la guerra y la guerra se da en la paz. Y esto es agonía

[…] Los hombres buscan paz, se dice. Pero, ¿es esto verdad? Es como cuando se dice que los hombres buscan la libertad. No, los hombres buscan la paz en tiempo de guerra y la guerra en tiempo de paz; buscan la libertad bajo la tiranía y buscan la tiranía bajo la libertad. Y respecto a esto de la libertad y tiranía, no hay que decir tanto que homo homini lupus, que el hombre es un lobo para con el hombre, cuanto homo homini agnus, el hombre es un cordero para el hombre. No fue el tirano el que hizo el esclavo, sino a la inversa. Fue uno que se ofreció a llevar a cuestas a su hermano y no éste quien le obligó a que le llevase. Porque la esencia de hombre es la pereza, y, con ella, el horror a la responsabilidad.

¿Y qué es dudar? Dubitare contiene la misma raíz, la del numeral duo, dos, duellum, lucha. La duda, más pascaliana, la duda agónica o polémica, que no la cartesiana o duda metódica, la duda de vida ―vida es lucha―, y no de camino ―método es camino―, supone la dualidad del combate.

La agonía del cristianismo. Unamuno


Con esa duda que recojo de Unamuno, la del corazón, pero también la de la reflexión; miro escépticamente el camino que están tomando  las demandas reformistas (del poder) que llenan muchas pancartas en clave socialdemócrata.

Por otra parte, entendiendo el hartazgo de muchas personas con la fuerza policial que emplea el Estado contra ellas y, tengan ánimo de venganza. Ahora: la violencia para la revolución no es el camino, sino la estrategia con coraje y espíritu. La violencia sólo puede ser por la defensa, por la justicia y por libertad. Pensemos en porqué y cómo habría que levantarse contra el despotismo. La lucha, hemos visto, no tiene un punto de llegada.

A las personas detenidas mi absoluta consideración.

El siguiente microrrelato fue radactado en un taller de prueba de escritura creativa en MADfoto, bajo la técnica conexión entre dos palabras, que en este caso fueron: Atasco y soberbia.

Francisco_de_Goya_y_Lucientes_-_Duelo_a_garrotazos

SOLO

El ruido de las bocina era insoportable. Finalmente Iker consiguió sortear los coches y dejar el atasco atrás. Caminó por la perpendicular de la calle de su casa, subió al piso y antes de abrir la puerta escuchó decir a su compañero entre risas: ―¿Habéis visto? Por fin se han llevado una buena paliza―. Iker mostró su irritación con el portazo de entrada: ―¿Qué celebráis, amigos? ¿El embrutecimiento o lo zoquetes que sois? El ambiente se enturbió completamente. Iker volvió a provocar una situación incómoda, sin embargo, hoy el oponente se sentía respaldado por los suyos y contestó desafiando con soberbia: ―¡Vete a concienciar a otros!― Siguieron discutiendo con tensión sobre la lucha. Después de la discordia, a los diez minutos, Iker, otra vez más, abatido y mirando al vació, estaba solo.  

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